Mientras están llegando a la casa de “Los habladores”, Kurt percibe un hedor, intenso, y casi amargo en el paladar… Kurt mira a su compañero que asiente con preocupación y algo de miedo.
Ambos corren con urgencia, ¿Cómo puede oler así? Y más conociendo a Abatwa, ella siempre deja aromas de flores. Uno distinto cada día.
Al entrar en la casa comprueban que la puerta que estaba abierta, no puede cerrar, pues esta descolgada
--¿Qué diablos ha pasado aquí?—pregunta Kurt—
--claramente algo no muy bueno—dijo Pistach sacando un pañuelo y poniéndoselo en la nariz—y además apesta.
Kurt empieza a buscar a sus amigos., mientras Pistach analiza minuciosamente cada surco en la pared, cada objeto tirado en el suelo, el jarrón roto, el cuenco de espinacas que yacía en el suelo, volcado.
--mmmmm—murmura Pistach--- lo que sea que ha pasado ha pasado en la cocina—
--voy a echar un vistazo en el mirador—
Pistach asiente a su camarada mientras comprueba las ventanas intactas, la sillas volcadas y la mesa intacta
--esto es muy raro…--
--¡¡PISTACH!!—
Pistach subió rápidamente al mirador y encontró a Kurt sujetando a Schwa que tenía una brecha en la cabeza
--¡madre mía!—exclama Pistach al ver el cuadro. Kurt inspecciona si tiene algo más.
--¿Schwa?, contesta, por favor “señorina” conteste—
--no lo va hacer, Pistach—
--eeehhuu—murmura Schwa mientras Pistach mira a Kurt como a quien mira a un niño pequeño
--¿Schwa?¿que ha pasado?—
--el túnel… esta—
--¿Quién?—
Pero no puedo contestar, volvió a desmayarse. La mirada de Pistach volvía a ser de preocupación.
--las constantes vitales, le están bajando ¿no?—
--me temo que sí—dijo Kurt palpando el cuello de la chica—tenemos que entrar por el túnel
--¡¿qué dices?! , antes hay que llevarla a la ciudad, hay que curarla—
--escucha sabiondo, no puede pisar la ciudad, te recuerdo que no son bienvenidos, la único posibilidad es llevarla a la cuarta habladora—
Pistach asintió. Agarró por los pies a su amiga mientras Kurt la cogía por los omoplatos. Bajaron las escaleras, y llegaron a la entrada del túnel, el mismo por el que Moltbent y los demás habían entrado esa misma mañana.
--¿dónde está Voldy?—preguntó Pistach—
--puede que sufriera un destino peor que Schwa…--
La cara de pánico de Pistach hizo que Kurt sintiera una leve pincelada de alegría entre tanto sufrimiento, sin embargo no le duró mucho al pensar lo que había dicho.
--venga démonos prisa, yo la llevaré primero a Schwa, ayúdame a cargarla, canijo-
Pistach colocó a la chica sobre la espalda de Kurt. Y empezaron a caminar por el túnel.
--AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAARGGGGGGGGGGGGGHSHSHS—
--¡¿pero qué coño es eso?!!
--me temo que es un topo…--
--¿UN TOPO?—
--bueno…supongo que de tamaño gigantesco—dijo Pistach sin dejar de mirar a la oscuridad del túnel—
Pero de repente un destello en la lejanía avisa a Pistach del peligro.
--¡cuidado!—dice empujando a Kurt y por tanto a la habladora también—
--¿QUE COÑO ESTAS HACIENDO?—
--¡mira!—dice señalando un espadón clavado en la pared cercana a donde estaban Kurt y Schwa—
--Es un humano, 32 años.—dijo Pistach mirando a de nuevo a la oscuridad donde antes había visto el destello, esta vez miraba con escrupuloso escrutinio—coge al espada Kurt, y… si, lánzala allí—dijo señalando a varios metros hacia la derecha respecto al destello de antes.
Kurt se incorporó, dejó a Schwa en el suelo lo más suavemente que pudo. Aferró la gran espalda y la lanzó donde dijo.
Segundos después un sonó el sonido del hierro golpeando y un grito de alguien que claramente sufría.
--BINGOOOOOOOOOOOOOOO—dijo Kurt mirando a Pistach mientas éste le sonreía--
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